- Entrada 2: La Iglesia en la historia y en la actualidad (20%)(27 OCTUBRE)
- Investiga y debate sobre las iniciativas eclesiales que en tu entorno colaboran en la construcción de la civilización del amor.
La civilización es y será una expresión de la persona; y el amor la demostracion de una persona plena,es decir que una persona se siente colmad@ o replet@.
La correspondencia de la familia es construir la civilización del amor, es decir una cultura impregnada de valores, que le permita a la person@ desarrollarse integralmente y que pueda traspasar otros ambientes.
Solamente cuando la familia vive en la verdad, vive también su dignidad de transmitir el amor, la generosidad, el respeto, la comunicación, la fidelidad, la obediencia, la responsabilidad, la sinceridad, la honestidad, y otros muchos...
La obeddencia a aceptar con prontitud los ejhemplos del comportamiento humano, los contratiempos, el dolor. La responsabilidad de dar testimonio a los hijos y conducirlos con amor y firmeza, permitiendo que afronten las consecuencias de sus acciones. La responsabilidad de los hijos para los padres, de responder con generosidad.
Dar cosas materiales relativamente fácil. Lo difícil es dar la vida, es darse. Dar un pedazo de mi ser, una partícula de mi espíritu, el desgaste de mi cuerpo, el tesoro de mi tiempo la vibración de missentimientos, el tesoro de mi tiempo, toda mi existencia: construir el corazón de los demás co n los pedazos de mi corazón.
Jamás permitir que dentro de la familia, se rompa la comunicación; fomentar la confianza, abrir canales para que cada hijo pueda decir lo que siente o piensa sin temor a ser reprendido o juzgado. Uno de los primeros problemas que ha tenido el hombre desde que es hombre es el de no saber comunicarse de manera adecuada y esto separa en lugar de unir. Por lo tanto, es necesario trabajar y esforzarse para que dentro de la familia haya constantemente una sana comunicación.
En cuanto a la fidelidad, es necesario que cada integrante de la familia sea fiel a la palabra dada y leal a sí mismo, ya que esto engrandece su dignidad de persona.
Es preciso que la familia actual sea valiente para ir muchas veces contra corriente. Y esto se podrá llevar a cabo en la medida en que esté unida, que esté fortalecida en los valores humanos y cristianos y que tenga como principal socio a Jesucristo, el mejor maestro.
Es indispensable que la familia esté abierta a la vida, cortando de raíz esta mentalidad hedonista que se está filtrando cada día más dentro de las familias, incluso de las familias cristianas. La verdad no puede ser medida por la opinión de la mayoría. Reconocer a Dios como único Señor de la vida y de la muerte de las personas humanas.
Vivir en plenitud, es vivir los valores morales y humanos dentro de la familia y luchar día a día para que no queden erradicados, sino multiplicados, enseñados y aprendidos por cada uno de los seres que habitan el planeta Tierra.
Sólo así podrá ser posible vivir la delicia de construir una “Civilización del Amor” en los albores del Siglo XXI.
En cuanto a la fidelidad, es necesario que cada integrante de la familia sea fiel a la palabra dada y leal a sí mismo, ya que esto engrandece su dignidad de persona.
Es preciso que la familia actual sea valiente para ir muchas veces contra corriente. Y esto se podrá llevar a cabo en la medida en que esté unida, que esté fortalecida en los valores humanos y cristianos y que tenga como principal socio a Jesucristo, el mejor maestro.
Es indispensable que la familia esté abierta a la vida, cortando de raíz esta mentalidad hedonista que se está filtrando cada día más dentro de las familias, incluso de las familias cristianas. La verdad no puede ser medida por la opinión de la mayoría. Reconocer a Dios como único Señor de la vida y de la muerte de las personas humanas.
Vivir en plenitud, es vivir los valores morales y humanos dentro de la familia y luchar día a día para que no queden erradicados, sino multiplicados, enseñados y aprendidos por cada uno de los seres que habitan el planeta Tierra.
Sólo así podrá ser posible vivir la delicia de construir una “Civilización del Amor” en los albores del Siglo XXI.
La base de la civilización del amor es la felicidad, la justicia, la verdad y la libertad.
Lo que repudia a la civilización del amor es la violencia, el egoísmo, el derroche, la explotación,
el nacionalismo y los desatinos.
Lo que condena a la civilización del amor es las divisiones y las murallas psicológicas que separan
violentamente a los hombres, a las instituciones a las comunidades nacionales.
Las características que señalo el Papa J.Pablo II para la civilización
del amor fueron el habla de una
sociedad donde la
laboriosidad, la honestidad,
la justicia y
la caridad, sean
una realidad. Una sociedad en la que sean tutelados y preservados los
derechos fundamentales de la persona,
las libertades civiles
y los derechos
sociales en la que todos
se emulen en
el noble servicio del país.
Emulación que debe proyectarse en servicio de los más pobres y necesitados, en
los campos y en las ciudades. Una sociedad que camine en un ambiente de paz, de
concordia, en la que la violencia y el terrorismo no extiendan su trágico y
macabro imperio y las injusticias y desigualdades no lleven a la desesperación
a importantes sectores de la población y les induzcan a comportamientos que
desgarren el tejido social. Un país en el que la juventud y la niñez puedan formarse
en una atmósfera limpia
A modo de resumen:
Es necesario construir “La Civilización del Amor” que no puede tener mejores cimientos que dentro de la estructura familiar.
La civilización es siempre una expresión dela perosna , el amor es la demostración de una persona plena.
La corresondencia de la familia es entonces, construir la civilización del amor, es decir, una cultura impregnada de valores, que le permita al hombre desarrollarse integralmente y que pueda permear a otros ambientes.
Corregido. Esa es la teoría de la civilización del amor pero no muestras que hayas investigado de las iniciativas que hay en tu entorno para conseguir eso.
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